13.4.08

La duda ¿palabra maldita?


Me gusta el mar por su fuerza y su debilidad porque en la indecisión de sus olas se representa la duda que lleva a la sabiduría.


Fragmento de la Oda al mar de Pablo Neruda
“Aquí en la isla
el mar
y cuánto mar
se sale de sí mismo
a cada rato,
dice que sí, que no,
que no, que no, que no,
dice que si, en azul,
en espuma, en galope,
dice que no, que no.
No puede estarse quieto,
me llamo mar, repite
pegando en una piedra
sin lograr convencerla,
entoncescon siete lenguas verdes
de siete perros verdes,
de siete tigres verdes,
de siete mares verdes,
la recorre, la besa,
la humedece
y se golpea el pecho
repitiendo su nombre."

Muchas veces odiamos esa situación de duda, esa indecisión que nos tortura. Una intranquilidad se instala en la barriga y hace física la preocupación. Siempre la misma sensación de haberme equivocado, de no elegir la opción correcta en cualquier situación de la vida. ¿Es la duda una de esas palabras malditas? ¿Algo que nadie desea? Al plantearme que todas las palabras se merecen una oportunidad, me doy cuenta de lo equivocados que podemos estar al pensar así. A la hora de escribir la duda es un elemento fundamental. ¿Qué es un libro que no genera dudas? La duda siempre nos da la oportunidad de crear otra posibilidad. Si el escritor sabe jugar sus cartas, hace que el lector desconfíe, que vaya en la búsqueda de la verdad, y que se plantee gracias a las palabras que lee que tal vez las cosas no son lo que parecen, que existe otra visión en la que él nunca había pensado.
Según Wikipedia, la palabra me traslada directamente a la reflexión filosófica:
“La duda constituye un estado de incertidumbre y un límite a la confianza o la creencia en la verdad de un conocimiento. Su contrapuesto es la certeza. Puede proyectarse en los campos de la decisión y la acción, o afectar únicamente a la creencia, a la fe o a la validez de un conocimiento. Si le antecede una "verdad" convencionalmente aceptada, la duda implica inseguridad en la validez de ésta. Lo característico de la duda es la suspensión de la decisión en orden a la acción o de la afirmación de una proposición respecto a un conocimiento respecto a su validez como verdadero.
Cuando la duda se acepta como ignorancia puede ser fuente de conocimiento por el estudio y la crítica.[1] "
La duda aparece como una afirmación constante, aunque suene a contradicción, de que no lo sabemos todo, de nuestra ignorancia que nos empuja a querer saber más.

Frases célebres:

La duda es uno de los nombres de la inteligencia. (Jorge Luís Borges)
Duda siempre de ti mismo, hasta que los datos no dejen lugar a dudas. (Louis Pasteaur)
Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las cosas. (René Descartes)
Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error. (Alessandro Manzoni)
En todas las actividades es saludable, de vez en cuando, poner un signo de interrogación sobre aquellas cosas que por mucho tiempo se han dado como seguras. (Bertrand Rusell)
El que nada duda, nada sabe. (Proverbio griego)

7 comentarios:

José Ignacio García Martín dijo...

La duda es un ingrediente de la tolerancia, de la presunción de inocencia, de la seducción, de la ciencia...
Pobrecitos aquellos que se crean infalibles o que aspiren a tener siempre la razón absoluta.
Miedo me dan. O no. Bueno, no sé.

Palimp dijo...

Cuando se dice que la ignorancia es atrevida, es porque no duda. Aplaudo esta reivindicación de la duda.

Lucas Greco dijo...

tengo duda la pilinola.

malditas musas dijo...

Dudar es buscar. Saber es quedarse a morir, es cierto.

Besotes!
musa

letras de arena dijo...

Peatón,eso que tu dices es lo que más me preocupa, aquellos que siempre creen tener la razón.
Palimp, gracias por los aplausos dudosos.
Lucas, bienvenido, me pones en duda, con eso de la "pilinola".
Musa, seguiremos la búsqueda juntas.

Un saludo a todos.

Vigo dijo...

Contribuyo al mural de dudas. Copio y pego un bonito fragmento de una de las cartas de Rilke.

"Su duda puede tornarse una virtud, si usted la educa. Debe convertirse en saber y en crítica. Pregúntele, cada vez que ella quiera echarle algo por tierra, por qué ese algo está mal. Exíjale pruebas. Sométala a un examen. Acaso la encuentre entonces perpleja, confundida. O quizás rebelde, levantisca. Pero no ceda usted. Exija argumentos y obre así, alerta y consecuente, siempre y cada vez que sea preciso. Ya vendrá luego el día en que el dudar deje de ser destructor, para convertirse en uno de sus mejores obreros, el más inteligente, tal vez, entre todos los que van edificando la vida de usted."

Anónimo dijo...

Hola, amiga.
Me ha encantado tu frase: "La duda siempre nos da la oportunidad de crear otra posibilidad" (permíteme que te cite, ya que tú lo haces también con otros).
En esa frase esá concentrada la esencia positiva de la duda. En una época en la que se ensalza a la persona segura de sí misma, al don perfecto, al que no se equivoca o que si se equivoca sabe convencer a los demás de que son ellos los equivocados, en una época en la que ser un mar de dudas (y evoco aquí a nuestro querido Neruda y su sugerente oda de ida y vuelta) significa ser un una persona menor, pusilánime y desorientada... en una época así reivindico contigo y con tus lectores la duda como la llave que abre la puerta de la habitación de las infinitas posibilidades. De hecho es algo de perogrullo: no se puede dudar si la vida no nos plantea diversas opciones entre las que escoger. Sin opciones no hay duda. Sin duda no hay vida, sólo un único camino que ya sabemos a donde lleva.
Besos de letras y de los otros.