5.7.12

LA PARTÍCULA DE DIOS

El escritor analiza el poema  detenidamente.
Extrae raros jugos de los versos y repasa las comas y los puntos.
Desesperado, llora porque cree que no encontrará nunca la partícula de Dios. Aquella que le da masa a  las palabras y las combina de manera mágica. 
Maldice el día que decidió dedicarse a las letras y no a las ciencias.

3 comentarios:

Jorge Duran dijo...

Estaba justamente pensando, cómo los poetas tomarían el tema del bosón de Higgs y heme aquí ante su escrito; es cierto, hubiéramos preferido la física omnipotente al fallido intento de versificar universos inexistentes.

letras de arena dijo...

Jorge, siempre me he debatido entre las ciencias y las letras y supongo que a los que nos interesan los secretos de las cosas y esa especie de magia que mueve el mundo, nos gusta la literatura y especialmente la poesía. Amemos también a la física si nos sirve de consuelo para explicar una parte del mundo, la otra, no nos queda más remedio que buscarla en la ficción.

Jorge Duran dijo...

Creo que la idea es no dejar de intentar explicar el mundo, así nos ocasione ciertos agotamientos neurológicos y problemas existenciales. La poesía debe ser partícipe de la evolución de la especie; y creo que su labor es acondicionar el alma para que pueda ser soportable todo lo que conlleva dicha acción. También me interesa la Física, y mucho más, la poesía.